Sam es un perro detective de seis pies de altura que adora la justicia. Max es una cosita conejil hiperquinética, a quien le gusta bastante el caos. Juntos, son la Policía Independiente. Y están a punto de salvar el mundo.
Es un día normal como todos cuando el Comisionado llama con una denuncia inquietante: ¡exestrellas infantiles corren enloquecidas por las calles! Lo que comienza como un simple caso de estúpido vandalismo, pronto se convierte en una conspiración total, y Sam y Max terminan enfrentándose con maleante tras maleante, todos ellos misteriosamente hipnotizados. (Se nota por ese “revoloteo extraño” que hacen con los ojos).
¿Quién es el autor de esta jugarreta y cuál es su vil plan? Resolver este caso requerirá el olfato detective de Sam, la inconsciencia de Max, un surtido de artículos de inventario y un chiquitín de ayuda de los vecinos Sybil Pandemik, Bosco y Jimmy Dos Dientes. Desde la calle de Sam y Max hasta el jardín de la Casa Blanca, a través d ...