Hola amigos. Os escribo desde la cama, postrado tras una fantástica noche de fiesta en la que viví una de las mejores farras que he podido disfrutar en años. Casi todo lo que deseaba pasó ante mis ojos, haciéndome desear que fuera el día siguiente y esas promesas se convirtieran en realidad. Al mismo tiempo, me emborraché con mil y un cócteles de nombres casi impronunciables. La fiesta continuó y, lo mejor, casi todo el mundo quedó contento con lo que pasó esa memorable noche.
Algunos lo habréis adivinado, otros quizás aún penséis que mis andanzas con nocturnidad y alevosía no son de vuestra incumbencia... Menos aún mi malestar post-fiesta. Para estos últimos os lo digo, no hablaba de los excesos alcohólicos de una noche loca, sino de la mayor fiesta que todo amante de los videojuegos espera: el E3 de Los Ángeles.
Mi impresión este año ha sido positiva y quizás arengado por mis expectativas contenidas, la resaca está siendo bastante menos agria de lo habitual. Microsoft ...
Leer artículo completo