El mundo de los videojuegos está plagado de casos descarados de semi-plagio o juegos calcados a otros con demasiado descaro. Si bien es terreno peliagudo entrar a establecer donde están los limites para considerar un plagio o una cogida de ideas, lo cierto es que hay veces en los que cuesta creer que permitan reutilizar tanto unos diseños de terceros. Con esto en mente, bienvenidos a un Dark Souls de marca blanca.
Animus: Stand Alone es un ejemplo de cómo un juego puede coger ideas de un título de éxito de forma descarada y salir airoso con una jugabilidad adictiva con personalidad propia. Y es que la aventura que tenemos entre manos plagia con tanto descaro el diseño artístico de Dark Souls que uno podría pensar que From Software se frotaría las manos con su ejército de abogados, aunque no es el caso.
Si, solo con ejecutar el juego vamos a pensar en Dark Souls con todo el fundamento del mundo, al ver las primeras ilustraciones de las pantallas de carga y contemplar ...
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