Bajo el nombre de Spectra: 8bit Racing nos llega un nuevo título arcade que pretende simular la sencillez y la adicción de la vieja escuela. Un juego de puro ensayo-error que se fomenta en el síndrome ‘una más y lo dejo’ tan presente en las creaciones de antaño. Partidas rápidas que exigirán todos nuestros reflejos y parte de suerte para completar carreras frenéticas con melodías ochenteras. ¿Listos para correr?
Simple y directo
El concepto de Spectra es bien sencillo, aunque llegar a hacer altas puntuaciones no lo será tanto. La idea es recorrer a toda pastilla una senda violeta a modo de carretera a medida que recogemos ítems amarillos para conseguir puntos. La gracia del asunto es que el recorrido es bastante estrecho y encontraremos una serie de obstáculos morados que pueden hacernos rebotar al tocarlos, haciéndonos caer al vacío si no andamos con cuidado y reaccionamos a tiempo. Además, si impactamos contra alguno de estos obstáculos perderemos parte de la puntuación, con lo que tenemos más de un motivo para agudizar nuestros reflejos y esquivarlos dentro de lo posible.
Existen varias formas de aumentar nuestra puntuación, como pasar por encima de unas flechas que aportan mayor velocidad e incrementan el multiplicador, rozar los obstáculos para conseguir un bonus por temerario, o realizar algún que otro salto por los aires, aunque eso conlleve el riesgo de salirnos de la carrera.
Y poco más hay que rascar de la jugabilidad, que se basa en intentar llegar al final de la carrera, o como mínimo llegar lo más lejos posible para conseguir un máximo de tres estrellas a la hora de recibir nuestra puntuación.
Encontraremos diez niveles a desbloquear, todos ellos idénticos a nivel visual, salvo un aumento progresivo de la dificultad y obstáculos en pantalla. La diferencia principal entre ellos será en su melodía principal, diez temas creados por Chipzel, famosa compositora que se caracteriza por utilizar el chip de sonido de una Gameboy para sus creaciones puramente ochenteras.
La duración de cada tema musical establece la duración de cada pantalla, que ronda los dos o tres minutos de media. Además no es algo que conseguiremos fácilmente en una primera partida, ya que el nivel de exigencia es alto y en nuestras primeras carreras seguramente acabemos más pronto que tarde visitando el abismo. Y no existen checkpoints de ninguna clase ni segundos intentos, si caemos al vacío se acaba la partida y tenemos que empezar de cero la pantalla.
Una vez consigamos superar cada uno de los diez niveles, desbloquearemos una dificultad adicional que ya ofrece un nivel de desafío enfermizo y solo apto para expertos.
Correcto pero con potencial perdido
Lo cierto es que Spectra resulta ser adictivo durante sus primeros compases, pero se deshincha rápidamente por la poca variedad de situaciones o algunas carencias de fácil solución. Que cada nivel sea exactamente igual visualmente se podría haber solventado con tan solo cambiar aunque sea la tonalidad cromática de la carretera, u ofrecer alguna variante adicional al recorrido. El trazado de la pista se genera aleatoriamente de forma procedural en cada partida, pero a grosso modo existen solo cuatro o cinco piezas de pista que se van repitiendo constantemente, como si de un juego estilo runner para smartphone se tratara.
También echamos en falta unas tablas de marcadores globales con las que picarnos con nuestros amigos. Un juego que básicamente se basa en superar nuestros records pide a gritos una clasificación de puntos son el resto de la comunidad, pero por desgracia solo podremos competir con nosotros mismos.
Al final, y aunque es un gran arcade con el que echar partidas rápidas y adictivas, la poca variedad visual y el escaso aliciente para continuar jugando le acaban pasando factura. La excusa ideal para echar partidas sería seguir disfrutando de las excelentes composiciones sonoras por parte de Chipzel, pero eso no basta para levantar el producto.
Lo mejor:
- Concepto adictivo de la vieja escuela
- Gran banda sonora compuesta por 10 temas de Chipzel
- Dos niveles de dificultad por nivel
Lo peor:
- Nula variedad visual entre los niveles
- Ausencia de marcadores globales
- Tiene potencial para ofrecer mucho más
NOTA: Esta review ha sido posible gracias al apoyo de Xbox y Gateway Interactive